AVISO

Osteopatía Barbastro es un centro parasanitario. La osteopatía está reconocida internacionalmente como una especialidad con identidad propia dentro de las aplicaciones que pretenden fomentar un mejor funcionamiento del organismo. Según la O.M.S. (Organización Mundial de la Salud), la osteopatía puede ser practicada por personal sanitario como terapia complementaria a su especialidad, y también por personal no sanitario de manera específica por osteópatas con formación reconocida por los organismos competentes. En Osteopatía Barbastro estamos avalados por nuestra formación cumpliendo los estándares exigidos a nivel europeo recogidos en la Norma UNE EN 16686 de 2015 sobre la prestación de asistencia en Osteopatía. No tratamos enfermedades, lesiones o patologías, nos dedicamos a intentar ayudar a las personas a disfrutar de una mejor calidad de vida gracias a la osteopatía y sus aplicaciones.

El dolor crónico


El dolor es una percepción, una interpretación de sensaciones. Por ese motivo cada persona percibe el dolor en función de muchos factores y no solamente del estímulo inicial que lo desencadena. La intensidad, duración, frecuencia y otras características de nuestro dolor son únicas. Todas estas características ayudan a los profesionales a identificar la posible causa o causas de nuestro dolor.
Pero se dan los casos muy frecuentes en los que el dolor, ya sea el inicial o el producido por consecuencias secundarias, persiste más allá del estimulo o daño primario. Ese dolor ya no tiene una causa única, es un dolor complejo y de mediana a larga duración. Se denomina dolor crónico en general aquél que dura más de unos cuántos meses. El organismo se encuentra en un estado de sensibilización y desadaptación en el que no logra superar determinados estímulos que lo estresan o quizá desequilibrios producto de uno o varios estímulos primarios que seguramente ya no están actuando.


En cualquier caso, sea un dolor agudo, corto e intenso o un dolor crónico, insidioso y de larga duración, el DOLOR es una experiencia humana universal que no debe ser interpretada como algo dañino y perjudicial, sino como una señal que debemos escuchar.

Cualquier tipo de dolor, punzante, sordo, profundo, fuerte o suave, sin importar su duración, se produce en nuestro cerebro. Puede existir una estructura dañada, pero si esta no tiene conexión neurológica con nuestro cerebro, no habrá dolor.

Puedes sentirlo durante horas o unos pocos días, es el dolor AGUDO y  es normalmente producto de lesiones tisulares, de tejidos corporales, como un esguince o un dolor de espalda. Te incapacitan en algunos tipos de movimiento pero es pasajero y remite cuando desaparece el agente desencadenante y el organismo logra restaurar el funcionamiento a los pocos días, con compensaciones o sin ellas. La recuperación depende de nuestra capacidad de adaptación.

Pero si ese dolor persiste durante meses se considera dolor CRONICO o PERSISTENTE, y en este tipo de dolor, la lesión tisular ya no es el principal problema. Cuando se instala el dolor crónico en el organismo, nos indica que una serie de cambios secundarios a una lesión se han instalado, descompensando nuestro normal funcionamiento.
Esto es algo que ocurre con mayor frecuencia de la que imaginamos. Alrededor del 20% de la población sufre algún tipo de dolor crónico. La mayoría tratan de mitigarlo o "apagarlo" con dosis cada vez mayores de analgésicos que tomados de manera continuada solo hacen que introducir mayor descompensación a nuestro organismo, intoxicándolo, y con ello mayor dificultad para superar el problema.
Tener un cerebro que "produce" dolor continuamente, incluso cuando a nivel tisular ya no existe lesión, no es nada agradable.
Pero esto no es algo voluntario. No es que nos estemos inventando el dolor. Se trata de que la causa desencadenante de nuestro dolor ya ha desaparecido pero ha dejado toda una serie de consecuencias y desequilibrios en diferentes aparatos y sistemas de nuestro organismo, haciendo que queden sensibilizados.
El dolor es una experiencia individual y hay que intentar averiguar que es lo que hace que se manifieste en cada uno de nosotros. Para ello se requiere mirar desde una perspectiva mas amplia. Hay que ver el organismo como algo que funciona de manera global, no por compartimentos o especialidades. Hay que aplicar un plan estructurado de tal forma que no nos olvidemos de nada importante.

  • En primer lugar hay que intentar resolver las consecuencias estructurales causadas por el desequilibrio que creó la primera lesión y facilitar el funcionamiento a nivel global. Aquí es fundamental la labor del osteópata, ese es su trabajo directo a través de las manipulaciones.
  • Pero no podemos olvidarnos de que el sistema nervioso también está sensibilizado y con ello nuestros pensamientos y emociones. El dolor crónico impacta en la vida de las personas de manera muy importante, afectando al estado de ánimo y nivel de estrés, dado que son reflejo igualmente de nuestra actividad nerviosa y cerebral. Relajar el sistema nervioso también ayudarán a que el dolor crónico desaparezca, ayudando en última instancia a favorecer el bienestar emocional. Por supuesto cuando se habla de relajar el sistema nervioso debe ser con nuestros propios medios, estimulados con técnicas o actividades precisas y solamente recurrir a drogas o medicamentos en los casos en que no logramos el objetivo. Hay muchas maneras de hacerlo. La osteopatía aplica técnicas de inhibición o estímulo, pero sin tu colaboración poco se puede lograr.
  • Allí entras tú de lleno, si quieres que las cosas cambien, no hagas siempre lo mismo. ¿Que has estado haciendo durante todo este tiempo en el que has estado mal?. Cambia aquello que TU sabes que no es lo mejor para ti. Nuestro estilo de vida no siempre es beneficioso.Introduce hábitos saludables progresivos en tu vida. La dieta y el ejercicio físico agradable son fundamentales para que tu organismo funcione de manera óptima. Lo que comemos y el entorno en el que nos movemos puede estar contribuyendo a la sensibilización de nuestro sistema nervioso. Los tóxicos que introducimos en el organismo también. La alimentación desequilibrada, el tabaco, el alcohol y la medicación son los mas comunes.
  • La actividad física AGRADABLE es fundamental para estimular el funcionamiento orgánico global. En este sentido la mejor actividad es para la que biomecánicamente estamos mejor adaptados, CAMINAR de manera relajada. La actividad aeróbica es fundamental para nuestra salud. Podemos complementarla con otro tipo de ejercicio, pero debemos caminar a diario.
  • En ocasiones puede ser necesario valorar la historia personal de cada uno y reflexionar sobre lo que ocurría cuando se desencadenó el dolor por primera vez. Las causas verdaderas de lo que nos afectó y sensibilizó. Poner solución o buscar ayuda de otros profesionales si nosotros solos no podemos para resolver emociones profundas.

Puedes buscar asesoramiento y ayuda, pero sin tu colaboración y compromiso de cambio será muy difícil revertir los procesos enquistados y facilitaciones que te hacen sufrir ese DOLOR.


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